Pienso en las personas que van con los pies descalzos. En lo sanas que se ven. En su actitud despreocupada. En que no suelen achacarse por resfriados. En lo activas que son mental y físicamente. En automático pienso que son libres y aventureras y disfrutan lo mismo y al máximo de pisar sobre pasto fresco, tierra áspera y lodo blando y frío o alfombras tibias y mullidas. ¡Vivan los pies descalzos!
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